No podrá ser como Pelé o Ronaldo. Ni tan siquiera podrá alcanzar en Rusia a Ronaldinho, Rivaldo o Roberto Carlos. Neymar tendrá que seguir remando para ganar un gran título con su selección, pues Brasil volvió a doblar la rodilla mucho antes de tiempo en una gran cita.
No fue un esperpento como el del 'Mineirazo', cuando ni tan siquiera pudo jugar, pero el choque ante Bélgica puso de manifiesto que a esta Selección Brasileña le falta mucho para compararse con alguna de las cinco que levantaron un título para la historia de la 'Verdeamarelha'.
Bélgica se adelantó primero y durante muchos minutos de la primera parte coqueteó con una goleada a Brasil similar a la de 2014, pero el paso de los minutos terminó por ordenar los papeles y presentó a una 'Canarinha' voraz y a una Bélgica a la que le duró la reserva de la gasolina por poco.
Tampoco se puede decir que Neymar no intentara ser un factor desequilibrante, pero Meunier le marcó a la perfección y sólo dejó que merodeara el gol en dos acciones aisladas. El astro del PSG volvió a dejar un repertorio de caídas y simulaciones que esta vez no fueron a más por el apercibimiento de sanción del futbolista brasileño. No quería perderse unas semifinales a las que los brasileños ni tan siquiera acabarían llegando.
Para colmo, Brasil se topó con un Courtois excelso, salvador hasta en nueve ocasiones de los 'Diablos Rojos' en una actuación sin comparación. Los de Tite lo intentaron de mil formas tras el descanso, pero Bélgica, que ya estaba con la lengua fuera, acabó sonriendo y celebrando un pase histórico a semifinales.
Pretendidos tanto el arquero como Neymar por el Real Madrid, sólo el tiempo dirá si acaban compartiendo vestuario en Concha Espina. De momento, los dos siguen lejos del Santiago Bernabéu, pero sólo uno dormirá lejos de la Copa del Mundo esta noche. Y no será el belga.