Para comprender la vida de Ricardo Centurión, es necesario remontarse a sus orígenes. El 'crack' nació en Avellaneda, Buenos Aires, en un barrio muy humilde. Desde pequeño, la realidad le fue adversa y debió superar numerosos obstáculos.
Las complicaciones sociales se multiplicaban al pasar los años, a tal punto de plantearse el abandono de la práctica en 'La Academia'. Pero hubo personas a su lado que lo ayudaron, y lograron que Ricky siguiera en la persecución de su máximo anhelo, debutar en Primera División.
De esta manera, obtuvo el premio a tanto sacrificio y dedicación. Su primera aparición en Racing presagiaba la llegada de un jugador de otras dimensiones. Velocidad, mezclada con 'gambeta' y atrevimiento, eran combinaciones que lo convertían en un joven explosivo.
Tan indescifrable era adentro de la cancha como afuera de ella. Nunca pudo despegarse de su tierra querida, de sus orígenes, de sus recuerdos, de su sufrimiento. Así fue como comenzó a ser protagonista de numerosos episodios extra futbolísticos, que repercutían a la vez en su rendimiento.
La excesiva atención de los medios de comunicación y la presión social para obrar de determinada manera, atentaron contra un joven, que era feliz con una pelota y que quería escapar de las injusticias padecidas durante tanto tiempo.
Otras aventuras
Durante su carrera, Centurión también vistió las camisetas de Genoa, Sao Paulo y Boca Juniors. El gran camino recorrido indica su calidad técnica y el potencial futbolístico que posee.
En la actualidad, ha vuelto al club que lo vio nacer y retoma nuevamente la confianza y el nivel que no encontró en Europa. En apenas seis meses de estancia, ya acumula nueve goles y diez asistencias, evidenciando estos números su recuperación futbolística.
A sus 25 años, transita su camino de manera más calmada, intentando alejarse de los conflictos que lo aquejaron anteriormente. Debido a estos motivos, Jorge Sampaoli decidió colocarlo en la lista previa de la Selección Argentina.
La posibilidad de disputar el Mundial con el combinado nacional fue algo inesperado para Centurión, que ha trabajado arduamente desde su regreso al país. La ilusión invadía su cuerpo, ante tremenda oportunidad.
Sin embargo, las malas noticias volverían. 'Centu' salió de noche a festejar el cumpleaños de un ex compañero, Darío Benedetto, y las cámaras lo enfocaron de nuevo. El revuelo mediático lo colocó en el centro de las críticas, estigmatizando y repitiendo lo vivido tiempo atrás.
Días después, el entrenador oficializó a los convocados para viajar a Rusia, sin tener en cuenta a 'Ricky' para representar a la nación. Inmediatamente, la prensa volvió a sobrecargar la mirada en el jugador, expresando que su ausencia se debió a sus malas conductas en los últimos días, en alusión a lo acontecido entre semana.
A pesar de haber superado muchos problemas, y luchar día a día contra las tentaciones, cada acción es atendida y difundida, por lo que termina sufriendo la exposición como ningún otro profesional. La vida de Ricardo Centurión es así: mientras miles de argentinos lo señalan, él se encarga de seguir esquivando las críticas con su auténtica 'gambeta'.