La no consecución de un objetivo no siempre es sinónimo de destitución. El entrenador español Ricardo Rodríguez lo sabe bien. No pudo conseguir el ascenso a la máxima categoría del fútbol japonés y, aun así, su equipo, el Tokushima Vortis, ha decidido seguir confiando en él.
El Tokushima Vortis ha estado toda la temporada buscando el ascenso a la J-1 League de Japón. En el fútbol nipón, la última plaza para decidir quién juega en Primera se decide con una eliminatoria entre un equipo de la división de honor y el mejor clasificado de los no ascendidos en la de plata.
El equipo de Rodríguez se midió al Shonan Bellmare, que logró salvar la categoría merced a un empate ante los pupilos del asturiano. De esta forma, el que fuera técnico del Girona se quedó sin su sueño de hacer debutar al equipo en el primer nivel del país del sol naciente.
Con todo y con eso, el máximo responsable de la parcela técnica del cuadro nipón seguirá sentándose en el banquillo del Tokushima. El fútbol también son momentos, y hay quien entiende que según qué circunstancias puntuales no pueden determinar el buen trabajo de toda una temporada.