Tras la renuncia de Japón a ser la sede oficial del próximo Mundial de Clubes, la ciudad brasileña de Río de Janeiro presentará su candidatura para albergar dicho campeonato. El torneo estaba previsto hacerse en Tokio, pero se canceló debido a la situación sanitaria en el territorio nipón por el COVID-19.
Pese a que Brasil es el segundo país con el mayor número de muertes por coronavirus en el mundo y el tercero en número de contagios, la reducción del promedio de casos llevó a la Alcaldía a autorizar la reapertura de Maracaná para partidos de campeonatos nacionales. La primera prueba fue en la Copa de Brasil en el Flamengo-Gremio que tuvo 6.446 hinchas.
El interés de la ciudad brasileña para ser la sede oficial fue anunciado por el secretario municipal de Hacienda y Planificación, Pedro Paulo: "Estamos iniciando las negociaciones para que la final del Mundial de Clubes pueda disputarse en Río de Janeiro, luego de que Tokio renunciara al evento".
El dirigente dijo que ve factible la opción debido a que tanto la ciudad como Maracaná están preparados para albergar eventos como el mencionado. "Con el regreso del público a los estadios con los protocolos de seguridad siendo cumplidos con responsabilidad, es posible volver a recibir aficionados", apostilló.