Quizás una de las escenas más bochornosas que se recuerdan en la Copa Libertadores. Lo que prometía ser un espectáculo mundial terminó siéndolo, pero no precisamente por lo que miles de aficionados acudían al Monumental.
Una oleada de violencia acaparó el barrio de Núñez. Tras agredir el autobús de Boca Juniors, la CONMEBOL decidió suspender el partido y hacer que se jugara en otro continente, quizás como castigo por ello.
El amor a unos colores se transformó en unos episodios violentos que, por unos pocos, llenó de vergüenza a todo un club, como recordó el propio Rodolfo D'Onofrio en aquellos días.
Curiosamente, casi un año después volverán a enfrentarse, esta vez en la Superliga Argentina. La AFA dio a conocer el nuevo calendario y el 'Superclásico' quedó fijado para el fin de semana del 1 de septiembre, con el Monumental como escenario.