Es compliado que todo pueda ser tan bonito como parece. La victoria del Bayern dejó muy buenas sensaciones ante el Stuttgart, pero Arjen Robben y Franck Ribéry no acabaron tan contentos como su entrenador.
En la cita en la que el atacante francés cumplía 250 partidos con la camiseta del club bávaro, Niko Kovac decidió cambiarle por Serge Gnabry, cuando el encuentro ya marchaba 0-3.
Lo mismo ocurría con el holandés, que fue sustituido por James Rodríguez cuando faltaban unos 15 minutos para finalizar el choque. Ribéry pidió explicaciones a los ayudantes de Kovac, mientras que Robben se fue directamente a los vestuarios.
Una reacción infantil de dos jugadores veteranos. El técnico alemán quiso dar descanso a ambos jugadores, que habían sido importantes para firmar una victoria que aúpa al Bayern de Múnich a lo alto de la clasificación.
1 de septiembre de 2018