La controversia dio la vuelta al mundo: había dos técnicos aparentemente enfrentados en un sinuoso debate por ver quién se quedaría al frente de la Selección. Acabó la Federación optando por Luis Enrique, un egregio de los banquillos que tuvo que apartarse un tiempo por una tragedia familiar.
La decisión no fue del agrado de Robert Moreno, así lo hizo saber y estas fueron sus palabras analizándolo: "Estoy muy triste por esta situación. Visto con perspectiva, lo relativizo. No cambiaré mi opinión sobre Luis Enrique después de nueve años magníficos por una situación concreta. Mi opinión sobre él y sus colaboradores no cambiará".
"Cada uno piensa que toma las decisiones correctas. Siempre estaré agradecido a Luis Enrique. Nadie quería que se diera esta situación. Las circunstancias son las que son. Quise ser respetuoso con el comunicado para salir de la mejor manera posible. En aquellos días estuve aislado, me rodee de gente que ahora trabaja conmigo y me protegió y me ayudó", añadió.
"Sobre el resto, cuando llegas a un puesto como este, todo el mundo opina sobre ti. Respeto todas las opiniones y tengo la conciencia muy tranquila por todo lo que hice. Todo esto no me ha sobrepasado. No me arrepiento de nada de lo que hice", aseguró.
Desveló que su comportamiento tuvo que ver en su nuevo puesto: "Si hubiera alimentado el deseo de la gente de tener detalles sobre el asunto, me perjudicaría. Estoy en el Mónaco porque hice así las cosas, y así me lo han hecho saber".
Confesó las proposiciones que tuvo: "Planeaba ser técnico a más largo plazo, pero siempre mi objetivo fue ser entrenador, profesional del fútbol. Me sorprendió la cantidad de ofertas que me llegaron en esos días. La de la Selección de Ecuador es pública. Tuve propuestas firmes de cuatro o cinco lugares y bastantes aproximaciones".