Entre Diego López y Roberto Jiménez solo puede quedar uno. Un año después, el Espanyol se ve en la misma encrucijada con dos de sus porteros, después de que Pau López dejara la entidad para alistarse en el Betis.
El pasado curso, Roberto marchó cedido al Málaga con una opción de compra obligatoria, siempre y cuando el conjunto blanquiazul lograra una salvación que finalmente no consiguió.
Así, el guardameta regresó al Espanyol y lo hizo con su importante salario, de alrededor de 2,5 millones de euros. Una cantidad alta y que el Espanyol querría quitarse de encima.
El problema es que Roberto no cuenta con ofertas en España y apenas rasca algo en el extranjero, según 'L'Esportiu'. El Fulham aparece en escena como el principal interesado.