El Liverpool se proclamó este sábado campeón del Mundial de Clubes en un duelo de locos donde la tensión se hizo evidente en el banquillo y en el césped.
Se calentó el encuentro, y una de las imágenes más curiosas que dejó fue la disputa entre Andrew Robertson y Rafinha.
Los laterales de Liverpool y Flamengo tuvieron sus más y sus menos, pero todo empezó con una bronca en la primera parte en la que Sadio Mané se llevó la tarjeta amarilla por encararse con el brasileño.
Lo sucedido no le agradó a Robertson, que le hizo una promesa a Mané. "Ya lo agarraré", dijo el lateral, y cumplió: varios minutos después le dejó un recado sin balón tremendo a Rafinha.
Además, al final del partido, el escocés se fue directo hacia Rafinha, al que le recriminó su actitud durante un encuentro que resolvió Roberto Firmino en la prórroga con un golazo.