El Liverpool se quedó con las ganas de llevarse la Champions. Perdieron los 'reds' y, tras el partido, Robertson dijo que el vestuario se encontraba "desolado".
Más allá de comentar los aspectos deportivos, habló sobre los incidentes previos al encuentro. El partido se retrasó más de media hora por problemas en los accesos.
"A un amigo mío le dijeron que su entrada era falsa, y les aseguro que no lo era. Realmente, fue un desastre. La gente entró en pánico. Que tiraran gases lacrimógenos fue inaceptable", comentó a 'BBC'.
Robertson cree que nadie merecía vivir aquella final de esa forma. "No fue agradable. La Champions debió ser una celebración, pero no lo fue...", apuntó.
"Fue horrible para nuestros hinchas y todas las familias lo que tuvieron que vivir. No fue una buena experiencia", cerró, visiblemente dolido.