Sufrió mucho el Galatasaray para imponerse en su partido al Rizespor. El Istambul Basaksehir esperaba un tropiezo a domicilio, pero nunca llegó, por lo que a ellos les tocaba ganar.
Los de Robinho se medían al Ankaragucu, conjunto que se sitúa a tres puntos del descenso con seis en juego. La sorpresa llegó en el minuto 17, cuando Boyd adelantó a los visitantes.
La Liga se podía escapar pero, tras el descanso, Bajic puso la igualada. En un equipo plagado de jugadores que en algún momento de sus carreras habían sido llamados al estrellado, Robinho hizo acto de presencia.
Entró al terreno de juego en el minuto 60 y dos minutos más tarde consiguió el tanto de la victoria. El extremo fue el más listo de la clase y cazó un balón suelto tras un rechace, era la primera pelota que tocó.