El 1-1 parecía definitivo, pero un error en la salida del guardameta del Salamanca provocó la expulsión del mismo y una falta peligrosa para el Calahorra en el tiempo añadido.
Sin cambios, el defensor Carpio decidió ponerse bajo palos en la última acción del choque... y ocurrió lo inevitable.
Adrien Goñi, con un sensacinal golpeo, superó la barrera y el improvisado guardameta no pudo hacer nada.