Poco después de que terminase el partido del estadio Olímpico, decidido por los goles del bosnio Edin Dzeko, Daniele De Rossi y el griego Kostas Manolas, la hinchada romana empezó a desfilar por la ciudad dando bocinas y enseñando sus banderas.
Los que estuvieron en el estadio, más de 56.000, celebraron el triunfo de la Roma durante el trayecto de vuelta por la vía Lungotevere de la Victoria, que pasa al lado del río Tíber y que lleva hacia el centro de la capital.
Cientos de personas también se reunieron en la céntrica Plaza Venecia y los desfiles de coches siguieron hasta después de la 1.00 local (23.00 GMT) en la zona de Testaccio, un barrio tradicionalmente vinculado con los colores "giallorossi".
La Roma selló una hazaña histórica y volverá a disputar las semifinales de la Copa de Europa 34 años después de la última vez, que se remontaba a 1984.
10 de abril de 2018