Rooney es una leyenda viva del fútbol inglés y se niega a dejar de expandir su mito. En su nueva etapa con el Derby County, volvió a marcar de falta y lo hizo con un golazo por la escuadra. El golpeo fue preciso y sorprendió al guardameta rival, Butland.
Lo hizo en el encuentro en el que los suyos vencieron por 4-0 ante el Stoke City y también dio una asistencia. La falta fue concedida justo al borde del área, lo que hizo más difícil el disparo: hacía falta dar justo en el blanco, pero sin pasarse de fuerza.
Para eso están los especialistas y el punta hizo lo que mejor se le da: meter goles. Se preparó, con los brazos en jarra, levantó la cabeza y, con una carrera a trote suave, se dispuso a chutar con el interior de la bota y que el balón subiera y bajara hacia la diana.
El cancerbero lo tuvo imposible para llegar a tiempo a detener el esférico, que superó el salto de la barrera. El equipo celebró la diana con mucha emoción: fue un tanto espectacular y sirvió para darle una alegría extra a la afición en plena goleada.