En medio de la polémica y lo ocurrido en el partido entre el Cagliari y la Juventus de Turín, en el que Moise Kean recibió silbidos y cánticos racistas, Danny Rose ha confesado que está harto de este tipo de ambientes en el fútbol.
El jugador inglés también tuvo que escuchar el griterío de los aficionados en su contra en el partido entre la Selección de Inglaterra y de Montenegro de hace ya algunas semanas, por lo que ha asegurado que tiene ganas de retirarse.
"Estoy harto, me quedan cinco o seis años para colgar las botas y no veo el final. Ves cómo se están haciendo las cosas en el fútbol y la verdad es que solo quiero largame", dijo.
Danny Rose, futbolista que ha disputado 26 encuentros con el combinado inglés, lanzó una crítica a las sanciones o a las multas, para él suaves, que se imponen tras estas acciones.
"El fútbol está politazado y, para ser honesto, no veo el momento de irme. Cuando los países son castigados con una multa equivalente a lo que yo puedo gastar en una noche de fiesta en Londres... ¿qué se puede esperar?, concluyó.