El Nápoles hizo el pasado verano una revolución con las salidas de Kalidou Koulibaly, Dries Mertens, Lorenzo Insigne o Fabián Ruiz, que facilitaron que la masa salarial se rebajara cuantiosamente. Todo parecía indicar un año de transición.
Sin embargo, el conjunto partenopeo está arrasando en la Serie A y dista del segundo clasificado en 18 puntos. El presidente del club, Aurelio De Laurentiis, tiene como prioridad garantizar la continuidad de Victor Osimhen y Khvicha Kvaratskhelia.
El georgiano es seguido de cerca por el Real Madrid, mientras que el delantero nigeriano figura en la lista de deseos del Manchester United. No obstante, la renovación que sí parece que está cerrada es la de Amir Rrahmani, que firmará hasta 2027.
Según informó Nicolò Schira, el defensor kosovar, que acaba contrato en junio de 2024, ya habría dado luz verde a seguir en el combinado napolitano. Además, tendrá una subida de sueldo que le colocará en los 2,5 millones de euros anuales.