"Estoy siendo muy fuerte", aseguró el técnico catalán Rubi, quien se mostró convencido de que, en "un mes", se verá "la situación diferente".
En este sentido, Rubi confesó que, estar a tres puntos del descenso, no es una situación para tomárselo a la ligera. "Me preocupa, pero no me da miedo", afirmó el preparador, que no piensa priorizar LaLiga teniendo las semifinales del torneo del KO tan cerca.
"Me niego a prescindir de la Copa después de todo el esfuerzo. Cuando se acabe, tendremos semanas limpias y podremos recuperar jugadores. Entonces haremos puntos suficientes porque el calendario pasará de ser muy duro a duro", declaró. El entrenador aseguró que el estado anímico del grupo es positivo: "Tenemos ilusión".
El planteamiento de la vuelta de los cuartos, tras el empate a uno de la ida, es no salir a especular. "Nunca daré el mensaje de no ir a buscar el gol y no vamos a regalar la eliminatoria. Debemos mejorar atrás y no encajar tan pronto, aunque si recibes y marcas, sigues dentro de la Copa", analizó.
El entrenador adelantó que ya ha dado con "la tecla" para que el Espanyol vaya a más. "Ya la tengo, pero me falta recuperar jugadores para hacerlo. Busco la mejor fórmula para reconducir la situación, aunque acumulamos muchos partidos y esto va pasando factura a nivel físico", apostilló.
Rubi, por otra parte, desveló que el presidente de la entidad, Chen Yansheng, le transmitió tranquilidad: "Nos hemos reunido y me ha transmitido que en lo deportivo esté tranquilo. Comprende todo lo que nos está pasando con las lesiones. Sabe que el trabajo está siendo correcto".