Sabin inventó la 'chilena-vaselina' para recortar distancias

Parece que todo está inventado en el fútbol, pero no. Sabin es un innovador y lo demostró en el partido entre el Oviedo y el Deportivo. Mezcló dos de los remates más bonitos que hay en el balompié, la chilena y la vaselina, para fusionarlos y crear una obra de arte.
Estaba el cuadro coruñés por debajo en el marcador, buscando recortar distancias, cuando él se encargó de hacerlo. Se plantó en el área rival durante una jugada de ataque de los suyos, hubo un rechace que le cayó bombeado de espaldas a la meta y no se lo pensó dos veces.
Tenía un defensa delante y al portero en buena posición, pero adelantado. ¿Su solución? Hacer una 'chilena-vaselina' para superarle y abrir el casillero de los suyos. Si bien es cierto que le pegó con parte de la espinilla, le salió de perlas y calzó el 2-1 en el marcador.
Lo que le faltó a un tanto tan épico fue una celebración al mismo nivel. No lo fue porque el conjunto, en plena pelea por la permanencia, iba por detrás en el luminoso y no le servía la acción para igualar las fuerzas. Eso sí, pudo valer para sentar las bases de una remontada.