No hubo reacción en el Alcorcón el día del regreso de Juan Antonio Anquela al banquillo. Se marchó Mere Hermoso con ocho derrotas consecutivas como saldo y redebutó el técnico jiennense con la novena. La salvación, cada vez más lejos.
Butarque fue testigo, además, de cómo el Leganés volvía la senda sel triunfo tras su empate de la anterior jornada en el Carlos Belmonte (0-0). Unas tablas a causa del escaso olfato goleador de sus delanteros, al igual que ocurrió este sábado. La diferencia, Sabin Merino.
El futbolista urduliztarra estaba de dulce y lo demostró nada más saltar al terreno de juego. De primeras, y en el primer balón que tocó tras entrar en el campo -Borja Bastón y Juan Muñoz, las referencias en la formación inicial-, batió a un sorprendentemente seguro Dani Jiménez y decantó la balanza del lado 'pepinero'.
El Alcorcón, sin demasiada intensidad, presionaba la salida del balón de su rival, con Richard Boateng como punta de lanza. Los 'alfareros' defendieron ordenados y lograron repeler la mayoría de las acciones ofensivas de un Leganés falto de ideas en ataque.
El combinado alcorconero, sin embargo, apenas merodeó el balcón del área defendida por Iván Cuéllar. El guardameta, mero espectador del choque, y desde una posición privilegiada. Solo dos disparos, muy desviados, del equipo de Anquela pudo inquietar la paz del portero emeritense.
El Leganés, con un lanzamiento de Borja Bastón desde el corazón del área, pudo abrir la lata al filo del descanso, pero Dani Jiménez demostró tener reflejos de felino para despejar el peligro. Además del gol, esta fue la única oportunidad que disfrutó el conjunto dirigido por Pep Lluís Martí.
Fue a la hora de encuentro cuando Rubén Pardo encontró en el área a Sabin Merino -llevaba segundos en el campo-, que mandó el balón a las mallas con un zapatazo a la escuadra y certificó el séptimo triunfo 'pepinero'. El Alcorcón, en cambio, se unde en lo más hondo de la clasificación.