El fin de la condena, a dos pasos de distancia

Dos años y un día. Suena a condena más que a fútbol, pero es una penitencia lo que ha vivido en sus carnes el Saint-Étienne desde aquel trágico 29 de mayo de 2022. Lo que ocurrió aquella noche en el Geoffroy-Guichard fue una auténtica pesadilla para la entidad tanto a nivel deportivo como de imagen, pues 'Les Verts' certificaron su descenso a la Ligue 2 en mitad de una vergonzosa batalla campal.
Los hinchas del cuadro del Ródano invadieron el terreno de juego mientras los futbolistas del Auxerre, su rival, se refugiaban en los vestuarios para protegerse de las bengalas y las agresiones tras lograr el ascenso a la Ligue 1. Unos hechos dantescos que se tradujeron en los primeros pasos de una travesía por el infierno que podría estar cerca de finalizar.
Tras una campaña 2022-23 para olvidar en la que llegó a coquetear con el descenso a la tercera categoría durante la primera mitad del curso, el Saint-Étienne finalizó la presente edición de la competición en la tercera posición con 65 puntos después de un mal arranque. Llegó a rozar el ascenso directo, pero lo perdió en las dos últimas jornadas.
Ello obligó a 'Les Verts' a medirse a partido único al Rodez (que previamente había superado al París FC) en busca de un hueco en la promoción de ascenso ante el 16º de la Ligue 1. Con un 2-0 en casa, el Saint-Étienne superó su primer escollo y se citó de esta manera en la eliminatoria final con el Metz.
Ahora, a doble partido, el cuadro dirigido por Olivier Dall'Oglio afronta este 30 de mayo el primer partido de la serie. Lo hace en casa, en el Geoffroy-Guichard, donde hace dos años y un día vivió el episodio más negro del club en las últimas dos décadas. Sin embargo, esa pesadilla debe tornarse ahora en sueño. Es tiempo para la redención en el Ródano y la misma solo llegará volviendo donde un 10 veces campeón de la Liga Francesa debe estar.
May 24, 2024