Un buen presagio es que Mohamed Salah no tuvo que ser hospitalizado. Se quedó en el estadio. Los protocolos de la Premier League son estrictos cuando los futbolistas sufren golpes en la cabeza.
Pero Mo Salah no fue al hospital, para alivio del Liverpool. "El médico tuvo que tomar una decisión y la decisión fue que se marchara del campo. Cuando entramos, él estaba sentado en el vestuario viendo el partido. Estaba bien, pero tenemos que esperar", dijo Klopp. "Recibió un golpe en la cabeza, necesitamos más evaluaciones", añadió.
Salah dio el susto en el campo tras chocar con Dúbravka, portero del Newcastle. Origi salió por él y marcó el gol del triunfo. El egipcio fue retirado en camilla por los médicos.
4 de mayo de 2019