El Liverpool mandó un claro mensaje al Barça. El rodillo 'red' no tuvo piedad del colista y descendido Huddersfield, al que se fue ganando 3-0 al descanso.
Mohamed Salah recibió un buen balón en profundidad de Alexander-Arnold en la última jugada del primer tiempo que no desaprovechó. Ante la salida del portero, elevó el balón y puso el tercero en el marcador.
Antes, Keïta, a los 17 segundos, y Mané ya habían puesto tierra de por medio en el luminoso, en un encuentro de obligada victoria para los 'reds' en su intento por desbancar al City del liderato.