En el control antidopaje del partido de la primera jornada de la fase de grupos de la Copa Asia entre Corea del Sur y Baréin, un jugador dio positivo. Se trataba de Hazza Ali, lateral izquierdo del equipo entrenado por el español Juan Antonio Pizzi. Como castigo, se le apartó del torneo provisionalmente, con lo que no pudo estar en la tercera cita de los suyos, aunque sí en la segunda debido a la lentitud de la burocracia para tramitar su suspensión.
La novedad está en la hoja de disciplina que la Conferación Asiática hizo pública este miércoles, en la que aparece, en el punto A36, que el defensa podrá disputar el principio de las eliminatorias. No se ofrecen demasiados detalles sobre por qué, pero sí que su técnico podrá contar con él. Lo último que se sabía al respecto era que la Federación estaba a la espera de un contraanálisis en el que el futbolista intentaría demostrar que no se saltó ninguna norma.
Quizá los jefes de la institución hayan reparado en que hay indicios para pensar que no rompió el reglamento del campeonato y, por eso, han optado por la mesura. El caso es que podrá enfrentarse con Japón, que es de las grandes favoritas no solo para ganar este partido, sino para hacerse con el trofeo, así que ha sido un alivio para el estratega del combinado nacional saber que gozará de variedad de recursos en fin de frenar a Takefusa Kubo y compañía.
En el documento en el que la Conferación levanta la sanción a Ali Hazza, se puede leer que se le prohibió saltar al campo, en primera instancia, por la "presencia de una sustancia prohibida en sus metabolitos o marcadores de la muestra, lo que infringe el artículo número 6 de las regulaciones antidopaje" y que "la suspensión provisional impuesta a Ali Hazza queda, por la presente, anulada". La fecha de la decisión es el 30 de enero, o sea, este miércoles.