Carlos Santiso, entrenador del Rayo Vallecano Femenino, estrena la temporada de la Liga Iberdrola frente al Real Madrid, cuya apuesta por el fútbol femenino cree que era "necesaria para seguir haciendo crecer" este deporte en España y un campeonato que afrontan con el objetivo de lograr la permanencia.
Santiso (Madrid, 1990) lleva 14 años ligado al fútbol como entrenador y formador. Comenzó en la EDM San Blas, después pasó por el Real Madrid y en 2016 se incorporó al Rayo para trabajar en la Fundación y posteriormente en equipos de cantera antes de tomar en agosto de 2019 las riendas del conjunto femenino.
La pasada temporada, que terminó de forma abrupta por la pandemia de coronavirus, situó al Rayo octavo. Para este nuevo curso cuenta con el bloque principal de jugadoras intacto, incluidas la argentina Ruth Bravo y la chilena Camila Saez, pero también con la incorporación de diez futbolistas, entre las que destacan la estadounidense Danielle Hayden, la danesa Cecilie Struck, la brasileña Isadora Freita o la también chilena Yanara Aedo.
P: ¿Cómo ha ido esta pretemporada tan atípica?
R: Ha sido frustrante no saber cuándo se empezaba al no disponer de un protocolo que nos permitiera entrenar. Vimos desde fuera como arrancaban otros deportes y otros equipos de Liga Iberdrola, que llegaba septiembre y nosotros nada. Se hizo duro y más que de entrenador tuve que hacer de psicólogo dando calma a las jugadoras.
P: ¿Cómo ha gestionado ese tiempo de ver que empezaban a entrenar otros equipos y el Rayo no?
R: Después de una temporada muy bonita, con un final un poco trágico por la situación, quieres arrancar porque tienes una buena base pero tras seis meses parado necesitas un periodo de adaptación grande. Por mucho que entrenes en casa o vayas al gimnasio no es lo mismo que una dinámica de trabajo real en la que trabajas conceptos.
Nosotros hemos tenido que cargar en cuatro semanas de pretemporada a las jugadoras para que lleguen en un estado de forma óptimo y en las dos primeras la táctica queda en un segundo plano. Lo primero ha sido hacer un buen trabajo preventivo para que no haya lesiones.
P: Tiene 22 jugadoras y ocho son extranjeras. ¿Cómo es la comunicación en el vestuario?
R: Este año va a ser una experiencia en ese aspecto y nos va a nutrir mucho. El año pasado éramos todos de habla hispana excepto Natasha Shirazi (Uganda) y Priscila Okyere (Ghana), que vino en diciembre y se fue en enero porque no tuvo una buena adaptación.
Ahora tratamos de comunicarnos en inglés y acercar a las extranjeras a una mejor integración con nuestro idioma dando pinceladas. Yo de inglés voy mejor de lo que pensaba, pero me cuesta el argot del fútbol. Mi segundo entrenador (Álvaro Sánchez) sí que habla muy bien.
P: ¿Cómo es ese proceso de incorporar jugadoras extranjeras de ligas no muy conocidas?
R: Por ejemplo, a raíz del fichaje de Eva Alonso por el Penn State, de una Liga universitaria de Estados Unidos, vimos que iba a un 'top 5' americano. Entonces si una de las mejores jugadoras de 17 años que he visto, con una jerarquía que parece de 30, va a un equipo de ese nivel, pensé cómo sería el resto. Nos pusimos a ver a través de un intermediario vídeos de la Liga universitaria y de lo que nos enviaron Danielle Hayden entraba perfectamente en las premisas que vimos para fichar.
P: La temporada pasada el Rayo fue octavo. ¿Qué objetivo tiene esta campaña?
R: El objetivo es la permanencia. En 2019 el equipo se salvó al final y la pasada campaña, con ocho jornadas menos, igualamos el registro anterior. Íbamos a por más, se paró la competición y nos quedamos con la espinita de ver si hubiésemos llegado a meternos entre los ocho primeros al final. Esta temporada, sin desmerecer a nadie, queremos salvarnos cuanto antes con humildad y trabajo.
P: ¿Debutar con la Liga empezada es bueno o malo?
R: Lo bueno es que no hemos entrado en descenso estas dos jornadas, algo que psicológicamente nos iba a pesar, pero esto es largo. El Real Madrid no nos ha visto, nosotros lo tenemos bien estudiado y eso es una ventaja para nosotros, aunque a nivel de adaptación a la competición y de físico no sabemos en qué punto nos encontramos.
P: ¿Qué le parece la entrada del Real Madrid en el fútbol femenino?
R: La veo necesaria para seguir creciendo. Han entrado con mucha cabeza firmando jugadoras nacionales con proyección y contrastadas a las que se unen las suecas Sofia Jakobsson y Kosovare Asllani. Tienen un equipo muy potente, les van a dar alegrías, pero esperemos que a partir de la siguiente jornada.
P: Los principales candidatos al título parecen otra vez Barcelona y Atlético de Madrid.
R: Veo que el Barcelona juega en otra Liga a nivel de todo, de juego, de futbolistas e infraestructuras. Su nivel es superlativo y su objetivo es la Champions y hasta que no la consigan no van a parar. Eso es bueno para nosotros y para el Rayo, echando la vista atrás, recordamos que la temporada pasada se dejaron dos puntos en Vallecas.
Rival que pasa, rival al que arrollan, y tenemos que hacernos a la idea para minimizar sus opciones. Luego Atlético, Levante, Real Madrid o Real Sociedad son parte de un grupo que lucha para meterse en Champions. Va a ser divertida la Liga.
P: Para el Rayo, ¿cómo será jugar sin público?
R: Va a ser complicado porque tener estadios vacíos es duro. Se te cae un poco el alma al suelo. Esperemos que a nosotros nos vengan a animar aunque sea detrás de las vallas porque en días grandes los necesitamos y en días duros más. Necesitamos su apoyo.
P: ¿Qué esperas que se vea sobre el césped?
R: El año pasado tuvimos señas de identidad de transiciones rápidas, defender juntos y salir rápidos a la contra. Nos tildaban de equipo defensivo pero con nueve jornadas menos hicimos tres goles menos que la temporada anterior todo el año.
Tenemos una manera de entender el fútbol que nos ha dado muchos resultados positivos, la plantilla es mejor que la anterior y la columna vertebral sigue para trabajar unos matices distintos. Además, garra, entrega y pasión no nos los quita nadie.