¿Está volviendo a sufrir el fútbol una especie de evolución? Cada vez es más usual ver a equipos de élite que, a la hora de atacar, forman líneas de 3 atrás para liberar a uno de sus laterales -o a ambos usando a un pivote como 'tercer central'- y dotar de profundidad a sus internadas ofensivas. Así, se generan superioridades en el campo contrario aunque suponga exigir de una mayor calidad en el control de la bola a jugadores que, originalmente, no la han necesitado.
El Manchester City es un gran ejemplo. Pep Guardiola ha convertido su zona medular en un recreo de intercambios de posición, de demarcaciones difusas y de libertad. Es difícil que Phil Foden, Kevin de Bruyne -que está lesionado ahora-, Bernardo Silva, Rodri Hernández o el ya nuevo jugador del Barcelona Ilkay Gündogan acabaran sus encuentros de la pasada temporada en el mismo lugar en el que los empezaban.
Los celestes, gracias a conceptos como este, se alzaron con la Champions League. La UEFA, en su página web, mostró una serie de estadísticas interesantes sobre la 22-23 en la máxima competición europea. Un apartado curioso del informe está en la media de distancia que recorren los balones en los saques de puerta. En los últimos 4 años, se ha experimentado un crecimiento del 20%, del 24% de la 19-20 al 44% del curso anterior, en esféricos que salen del área en este tipo de golpeos. Casi el doble.
¿Qué quiere decir esto? Que la élite es cada vez más proclive a sacar la pelota desde atrás en corto, sin salir de la caja de su portero. El principal exponente en este sentido fue el PSG, cuya media quedó en 19.1 metros desde el sitio en el que el cuero se puso en movimiento. El punto más alto lo firma el Copenhague, con una media de 55.1 metros, la única que rebasa la línea del centro del campo. El Viktoria Plzen se queda a centímetros.
Ni siquiera salir del área significa jugar en largo
La UEFA resalta con tino al Manchester City en su grupo de 'campitos'. Los de Pep Guardiola están incluso un poco por encima de la media en distancia recorrida de sus envíos de puerta. Es de 37.8 metros. Pero ¿quiere decir esto que los 'sky blues' juegan en largo desde atrás? No. Cada esquema tiene sus propios mecanismos y el del Etihad Stadium se surte de porteros con buen toque de balón y precisión en el pase para, sin 'rifar' la posesión, no adelantarla más de lo necesario.
Es habitual ver a Ederson entenderse con sus laterales o con sus compañeros del centro del campo con envíos a media distancia sin que esto implique que el esférico avance más allá de los tres cuartos de terreno propio. En la Premier League, de hecho, es habitual ver al cancerbero más allá de la corona de su área, manejando la pelota a ritmo pausado en lo que se generan huecos gracias al movimiento del resto de jugadores un poco más arriba.
Por este mismo motivo, las grandes ligas están pidiendo a sus guardametas que ofrezcan un buen trato con los pies. Véase una de las incorporaciones más curiosas del mercado de fichajes en Inglaterra. Mikel Arteta dio el visto bueno a que su Arsenal se reforzara con David Raya a pesar de que Aaron Ramsdale está más que asentado bajo los palos del Emirates Stadium. El entrenador español quiere competencia y garantías de que sus saques de puerta y sus salidas desde atrás sean fluidas.
BeSoccer Pro estudió este caso y comprobó que el ex del Brentford muestra bastante más tino que su homólogo tanto en pases en corto como en largo, lo que quizá justifique la apuesta del técnico 'gunner'. Justamente esta temporada, los suyos volverán a jugar la Champions League, la competición que se ha erigido en el gran reflejo de esta deferencia que está colmando el fútbol de rehuir del balón en largo para mantener la posesión con calma.
Una clásica e idéntica media, la 'marca España' y otros casos
La 'marca España' de la pasada temporada de Champions League estuvo representada por el Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid y el Sevilla. La media de los protagonistas del 'Clásico' es idéntica, de 28.2 metros. Ni Xavi Hernández ni Carlo Ancelotti son aficionados de mandar la pelota demasiado lejos de la portería. Con Marc-André Ter Stegen y Thibaut Courtois -lesionado de gravedad ahora- a su servicio, los porteros han tenido que adaptarse a estas exigencias.
Los del Cholo Simeone -44.8 metros- están marcados por la figura de su entrenador, que prefiere el juego directo y la entereza defensiva. Sus datos son cercanos a los de los hispalenses -40.9 metros-, pero conviene recordar, en este sentido, que su equipo disputó la fase de grupos con Julen Lopetegui y Jorge Sampaoli en su banquillo, antes de la 'era Mendilibar' que tan bien sentó en un Sánchez-Pizjuán que empezó la campaña de forma nefasta.
El parecido entre 'merengues' y 'culés' es similar en la Serie A, donde el Inter -33.4 metros- y el Milan -34.6 metros- están más cerca el uno del otro que de lo que están cualquiera de los dos del resto de integrantes del gráfico de la UEFA. El balompié italiano está desmontando poco a poco los prejuicios del 'Catenaccio' con sus dos representantes de la Madonnina en semifinales y unos Nápoles -20.1 metros, campeón del 'Scudetto'- y Juventus -21.4 metros- que redondean la apuesta de sus entrenadores por no jugar tan en largo.
Hay otras comparativas nacionales que no acercan tanto las pizarras de conjuntos del mismo país. El Bayern de Múnich -22 metros- y el RB Leipzig -23.3 metros- exponen unas medias alejadas de las del Borussia Dortmund -30.9 metros- en casi 10 metros-. El Chelsea, con 40.6 metros, también se muestra sideralmente distinto al Tottenham Hotspur, con 24.8 metros. Todas estas cifras, eso sí, siempre estarán condicionadas por el esquema del rival, que puede proponer una presión alta más asfixiante o más ligera.