Sabía el conjunto hispalense que no podía dejar de pisar el acelerador si quería continuar en los primeros puestos del campeonato. Tras la derrota ante el Barcelona, los de Machín volvieron a la senda de la victoria.
Poco a poco, fue encimando el área de un Huesca que todavía debe hacerse a Francisco. El colista de la competición está pagando el peaje de la Primera División y ve cómo se le escapan los puntos en cada partido.
La primera vez que el Huesca tuvo que recoger el balón de la red fue en un remate de Carriço. El central, en una falta lateral, marcó, pero sería el primero de los dos tantos que anuló el VAR en apenas cinco minutos.
El Sevilla, lejos de amilanarse por la anulación de su gol, siguió echándose hacia adelante para batir de nuevo a Jovanovic. Lo consiguió Ben Yedder antes de que, otra vez, no se diese por válido el gol.
Picado por no llevar los dos goles en el marcador que había anotado. Fue ya en la segunda parte y con dos cambios realizados por sendas lesiones. Y lo hizo con la fe de Ben Yedder. El francotunecino luchó hasta la extanuación por un balón que dejó en forma de regalo a Sarabia para anotar el primero.
El Huesca, con el 'Cucho' y con Chimy Ávila en el campo, intentó buscar el empate. Casi lo consiguió a través de varias contras. Pero, si en algo se caracteriza el conjunto de Machín, es por la calidad de sus centrocampistas. El 'Mudo' Vázquez, que no había aparecido, ejerció de Papa Noel para dejar un nuevo presente a Sarabia para firmar el doblete.
El partido quedó prácticamente sentenciado a falta de 15 minutos para el final, pero el Huesca no quiso despertar de su sueño de Primera. No se rindió y buscó al menos un gol en el último segundo gracias a un gran taconazo de Pulido.