Era un encuentro de puro trámite. Ningún equipo se jugaba nada y ello quedo patente desde el inicio.
Las gradas desangeladas dejaban bien claro que el encuentro entre APOEL y Sevilla no iba a pasar a la historia.
Desde el primer momento, los equipos saltaron al césped bajos de revoluciones, alargando demasiado los típicos minutos de tanteo iniciales.
Las ocasiones brillaban por su ausencia, hasta que mediada la primera mitad llegó la polémica.
Y es que el colegiado anuló un gol a Ocampos por fuera de juego en el 28' que fue el detonante de los minutos más interesantes del choque.
Pese allo, la efervescencia del momento pronto se vino abajo y el último tramo de primera mitad no dejó ninguna ocasión.
La segunda parte comenzó con más ritmo, aunque el mismo no se tradujo en ocasiones, sino en amarillas.
Hasta cuatro mostró el colegiado en los primeros diez minutos de la reanudación, que dejó ver a un APOEL mucho más activo.
Sin embargo, sería el Sevilla el que tendría en su mano poner el partido a su favor, pero Dabbur desaprovechó una pena máxima (57').
El golpe del error fue doble para el cuadro de Lopetegui, que cuatro minutos después vería como Savic, a la salida de un córner, hacia a placer el 1-0.
El gol, visto el partido, apuntaba a ser definitivo y el paso de los minutos acabó certificando el triunfo local.
Lo intentó tímidamente el Sevilla, pero ni por esas pudo evitar una derrota que fastidió el pleno en la fase de grupos.
Ahora, el cuadro hispalense deja aparacada la competición hasta el próximo año. Eso sí, el próximo lunes estará muy pendiente del sorteo de los dieciseisavos de final.