Un solitario gol de Patrik Schick bastó al Bayer Leverkusen para sacudirse el malestar que llevaba arrastrando una semana. El horrendo mes de febrero terminó, y con marzo volvió la ilusión al cuadro de la farmacéutica.
Necesitaba esta victoria el Bayer, porque sus últimos resultados han sido, como poco, decepcionantes. Eliminado de la Europa League jugando la vuelta en casa después de marcar tres goles en la ida fuera fue un severo revés.
Eso dejó tocado al club de Leverkusen, hasta el punto que, tres días después, ya en la Bundesliga, volvió a perder en el Bay-Arena, 0-1 a manos del Freiburg. Parecía que el Bayer había entrado en barrena, pero no.
Los de Peter Bosz han renacido, a pesar de las muchas bajas (de hecho, no realizó ni un solo cambio en los 90 minutos), de sus cenizas, y se han reivindicado con un triunfo de mérito, sufrido y sudado, en un duelo que se decidió gracias a un solitario tanto de Schick a los 76 minutos de partido.
Con este triunfo el Bayer pone fin a tres jornadas seguidas sin ganar,y vuelve, al menos de forma temporal, a la quinta plaza. Dormir en ella o no depende de 'der Klassiker'.