La primera salida con cierta polémica de Luiz Felipe Scolari fue precisamente tras el Mundial de Corea y Japón. El técnico anunció antes de la final que no seguiría y, pese a la victoria, mantuvo su palabra y dejó el cargo de la 'Canarinha'.
Años después, se hizo cargo de la Selección Portuguesa y, con su equipo todavía compitiendo en la Eurocopa de 2008, adelantó que se iría al Chelsea, club del que fue destituido solo ocho meses después de sentarse en Stamford Bridge.
Tras la experiencia en Londres, Scolari probó fortuna en el Bunyondkor uzbeko, pero su aventura exótica finalizó antes de cumplir una temporada, al quedarse fuera de los octavos de final de la Champions Asiática.
El fracaso le hizo volver a Palmeiras, pero tampoco duró y abandonó el club por malos resultados. Sin embargo, 'Felipao' volvió a apostar por repetir experiencias y, diez años después, se hizo cargo de la Selección Brasileña.
El técnico campeón del mundo en Corea y Japón se ponía al mando de la 'Canarinha' para el Mundial de Brasil. Todo un escenario idílico que saltó por los aires cuando Alemania le endosó el histórico 7-1 y Holanda le relegó al cuarto puesto.
Después de presentar su dimisión, Scolari se sentó en el banquillo de Grêmio, pero su aventura tampoco duró ni una temporada. Un cúmulo de circunstancias que motivaron su tercera etapa en Palmeiras, que acabó recientemente por los malos resultados.