Guido Burgstaller fue el protagonista en lo sorpresivo y, poco después, en lo negativo en el Azerbaiyán-Austria. Su selección, que se clasificó para la Eurocopa con la victoria por la mínima, tuvo que convocarle de urgencia por las numerosas bajas en ataque y pese a que el jugador ya había colgado las botas como internacional. Sin embargo, aceptó echar una mano a su país, aunque no sirvió de demasiada ayuda: entró en el minuto 82, vio una amarilla en el 92' y otra en el 94', por lo que dejó a su equipo con 10 en la recta final. Por suerte, no fue más que anecdótico.
El caso del delantero de 34 años es más que llamativo. En 2019, con apenas 30, anunció su retirada de la Selección de Austria tras 26 internacionalidades, 2 goles y 2 asistencias. El ex del Schalke 04 parecía abandonar paulatinamente el primer nivel al aceptar marcharse al St. Pauli, de la 2.Bundesliga.
No le fue nada mal allí, con 31 dianas en 57 partidos, pero el cuerpo le pidió, a sus 33 años, regresar a su Austria natal para volver al Rapid Viena, equipo en el que estuvo desde 2011 a 2014. Allí lleva 1 temporada y media y ha logrado 30 goles en 52 encuentros, unas cifras que, de forma inesperada, le han valido para regresar a la Selección.
Ralf Rangnick, seleccionador nacional, se encontró sin apenas delanteros tras las bajas de Marko Aranutovic, Karim Onisiwo y Michael Gregoritsch. "Es una situación poco habitual, así que se trata de una medida poco habitual. Sé que se había retirado, pero aún está en forma para marcar muchos goles en la Liga Austriaca. Es, sin duda, uno de los jugadores clave del Rapid. Cuando faltaba, le costaba ganar partidos a su equipo", explicó el entrenador.