Lo de que los entrenadores y los jugadores estén en desacuerdo no es algo nuevo. Que si Eto'o con Luis Aragonés, que si Zlatan con Guardiola... pero a lo que nunca se ha llegado es a las manos. Pues bien, en Israel, esto estuvo a punto se suceder.
Fue en el duelo de semifinales de Copa entre el Hapoel Be'er Sheva y el Bnei Yehuda Tel Aviv, que acabó con 1-1. Dan Mori no estaba llevando a cabo su mejor partido y su técnico no dudó en transmitírselo, pero se lo tomó tan mal que casi le pega.
El vídeo, que se ha hecho viral en las redes sociales, es de lo más esclarecedor. El futbolista levanta el puño y lo coloca en posición de carga de un puñetazo a la cara, pero se nota cómo se contiene. Le tiembla el brazo hasta que desiste y lo baja.
En caso de haberle propinado el golpe, probablemente, la imagen habría dado la vuelta al mundo. Al final, para suerte de su entrenador -y para él, que se habría llevado un severo castigo-, supo controlarse y todo quedó en uno de esos momentos de tensión futbolística.