Con el 0-0 en el marcador y después de la ventaja del 1-0 logrado en la ida, Escocia se volcó sobre el área de Finlandia en los últimos minutos para tratar de empatar, pero el cuadro nórdico cazó un contragolpe para sentenciar.
Rantanen comenzó su carrera en el centro del campo sin defensas cerca y solo tenía a la portera por delante para confirmar la presencia de su país en la próxima Eurocopa Femenina.
La arquera Alexander se resbaló al querer salir a tapar huecos y Rantanen, que definió un poco tarde, tuvo la fortuna de que su disparo pegase en la bota de la guardameta rival y le diese en su propia cara de nuevo.
La pelota salió rechazada en dirección a portería y firmó el 0-1. En su celebración rompió a llorar por la emoción. Una forma curiosa de hacer historia...