En fútbol siempre hay que darlo todo, sobre todo si durante los amistoso de pretemporada es cuando hay que ganarse un hueco en el once inicial para el resto de la temporada.
Lo que está completamente fuera de rango es tomarla con el rival. Los jugadores del Sevilla pedían una falta sobre Munir que el colegiado no concedió y por la que el futbolista marroquí se quedó tumbado sobre el césped.
Los 'reds' no lanzaron el balón fuera por lo que algunos jugadores del Sevilla decidieron tomarse la justicia por su mano. El que más fuerte fue de todos fue Gnagnon, que lanzó una patada criminal sobre Larouci, que salió volando.
Gnagnon vio la tarjeta roja directa sin ninguna duda por parte del colegiado, mientras que los jugadores del Sevilla no paraban de protestar la acción anterior.
21 de julio de 2019
Después pidió perdón en su cuenta oficial de Twitter: "Quisiera pedir perdón publicamente al Liverpool, a la familia del jugador y a los aficionados. Es un acto que odio y nunca se debería ver en un campo de fútbol".
22 de julio de 2019