"Me avisaron el sábado que iba a ser titular y me pidieron que juegue tranquilo. Estoy muy feliz, fue algo soñado. Jugué un poco menos relajado que en Reserva y cuando hice el gol se me caía la hinchada encima", declaró el joven futbolista.
Maroni se mostró muy emocionado: "Cuando pateé al arco, la mente se me puso en blanco. Sólo quería que la pelota entrara, nada más. Después se me cruzaron miles de imágenes por la cabeza. Lo principal, la familia. Se lo dedico a ellos, pero estoy muy agradecido a todos".
"Vamos a ver qué pasa en la semana, pero estoy tranquilo. Es obvio que cualquiera sueña con jugar el clásico, pero estoy tranquilo, muy feliz y agradecido", añadió.