Alessandro Matri ha colgado las botas. A sus b ha dicho 'basta'. Termina de este modo una carrera que ha sido una auténtica montaña rusa, la cual le ha llevado de jugar en los grandes de Italia a bajar al barro cuando la ocasión lo exigía.
La carrera de Matri comenzó en 2003, cuando con apenas 18 años el Milan le dio la alternativa, debutando con el primer equipo. No convenció, y comenzó lo que sería la tónica habitual de su carrera.
El Milan le cedió a varios equipos menores, hasta que en 2007 decidió venderle al Cagliari. Tres años y medio después, tras 131 partidos en el club sardo, y con 38 goles en sus botas, la Juventus llamó a su puerta.
Tras batallar en el barro, la Juve, renacida de sus cenizas tras el escándalo del 'Calciopoli' por el que acabó jugando en la Serie B, se hizo con sus servicios.
Se convirtió en el revulsivo del equipo. Fueron sus mejores años, pero se desinfló. Como si, una vez más, le hubiera entrado el vértigo. Aún así, ganó dos Scudettos y una Supercoppa.
Y no se fue a cualquier equipo. Se fue al Milan. Donde, de nuevo, fue de más a menos. Empezó a encadenar cesiones, a equipos de renombre, eso sí, como Fiorentina, Genoa, Lazio e incluso a la Juventus de nuevo.
Pero siguió siendo un quiero y no puedo. Encasillado en su rol de delantero suplente, de revulsivo, parecía demasiado cómodo para ponerle remedio, mientras su suerte se iba a agotando.
Tras la pretemporada de 2016 el Milan le vendió al Sassuolo. De ahí pasó el pasado verano al Brescia, club con el que solo jugó hasta febrero, cuando se acordó la rescisión de su cesión.
Y ahora, con 35 años y tras jugar solo ocho partidos, todos partiendo desde el banquillo con el colista de la Serie A, Matri ha decidido colgar las botas.
"Después de dejar el Brescia, no recibí muchas ofertas y ninguna de ellas me convenció. Preferí evitar hacer el ridículo. Extrañaré mi vida como futbolista, pero solo una gran oferta podría ayudarme a volver a empezar", dijo el futbolista italiano, en declaraciones recogidas por medios nacionales.
Alessandro Matri fue ese suplente que todos querían tener, hasta que el personaje le devoró. Pese a todo, ganó otro Scudetto más, junto a una Coppa y otra Supercoppa. Ha sido, además, internacional en siete ocasiones con la Selección Italiana.