Apenas dos días antes, el Real Madrid había despedido oficialmente a su eterno capitán. Entre lágrimas, Raúl dejaba el club de sus amores para empezar una nueva andadura lejos de casa.
El Schalke se convirtió en su refugio. El futbolista llegó a Alemania dispuesto a hacerse fuerte en su nuevo equipo. Así fue la presentación aquel día...