Con uno, el Atleti espera hacer hacer caja. Venderle por unos 40-50 millones (posiblemente al Milan) y juntar dinero para fichar al mediocentro ofensivo que reclama Simeone.
El caso de Kalinic es similar. Sin sitio en el equipo, el Atleti le busca destino, y mientras él trabaja sin dar guerra al club. Un ejemplo de profesionalidad pocas veces visto.
Pero mientras el destino de Correa parece asegurado (Paolo Maldini llego este lunes a Madrid, dispuesto a volverse a Milán bien con Correa, bien con Mariano), el de Kalinic sigue en el aire.
El último equipo que parece haber mostrado interés por el croata es el Espanyol, equipo que acaba de perder a su delantero de referencia a manos del Betis, aunque un retorno a Italia es tanto o más probable en estos momentos.