Portugal necesitaba ganar. No es que estuviera obligada a hacerlo, pero en caso de no sumar tres la clasificación para la Eurocopa de 2020 podría complicarsele a los lusos.
Quizá por eso Portugal salió como un ciclón al estadio Da Luz de Lisboa. Querían los pupilos de Fernando Santos marcar pronto e intimidar a Serbia, pero el plan no salió como estaba previsto.
Porque a los seis minutos, en la primera jugada de ataque de Serbia, Tadic vio el desmarque de Gacinovic, éste superó a Rui Patricio con una vaselina, el portero portugués arrolló al centrocampista serbio y Ruben Dias sacó la pelota bajo palos.
El colegiado de la contienda no lo dudó, y señaló la pena máxima. Un penalti que trastocó los planes de Portugal, porque Tadic, en un estado de gracia como pocas veces se ha visto, convirtió el lanzamiento.
La fortuna dio la espalda a Serbia poco después, cuando Gacinovic, en una pugna con Cristiano, caía lesionado. Intentó seguir, y trató de romper el ritmo de juego con la entrada de las asistencias por dos veces, pero a los veinte minutos hubo de dejar el terreno de juego.
Y, poco después, era el propio Cristiano Ronaldo quien, en otro sprint, se lesionaba. El capitán de Portugal ya sabía que no iba a poder continuar. Se quedó en el suelo, fuera del rectángulo de juego, resignado.
Sin Cristiano, el ímpetu portugués desapareció. Dmitrovic tuvo que emplearse a fondo para evitar los goles lusos, pero con la lesión de la gran estrella local, el arquero del Eibar respiró un poco.
Sin Cristiano, fue Bernardo Silva el que se echó el equipo a la espalda, y aunque tardó en hacerse con el mando, logró volver a poner a Portugal a llevar la iniciativa del juego.
Parecía que Serbia aguantaría la victoria hasta el descanso, pero se confió. No esperaba que Danilo Pereira, un jugador que estaba sufriendo para controlar los balones más fáciles, pudiera crear peligro con una conducción por el carril central.
Pero el jugador del Oporto le dieron todo el espacio del mundo. Corrió sin oposición hasta la frontal, y desde ahí remató, golpeando en el larguero y entrando en la meta de un Dmitrovic que no parecía poder ser batido esta noche.
El primer tiempo terminó con una jugada controvertida, un entradón de Pepe a Tadic que se saldó con amarilla para el central luso, pero que bien podría haber sido roja, pues fue un planchazo al tobillo cuando el jugador del Ajax ya había superado claramente a su par.
Tras el descanso, Serbia fue la que trató de hacer mella en las dudas lusas, pero las fuerzas primero se equilibraron y luego, con la entrada de André Silva al campo, terminaron cayendo del lado portugués.
Pero Portugal no lograba encontrar el gol. Pudo haber llegado de penalti en el 73', pero la clara mano de Rukavina no fue interpretada como tal por el árbitro.
Portugal dominó hasta el final el partido y aunque pudo haber ganado perfectamente, la fortuna no sonrió al vigente campeón. Portugal queda tercera tras dos jornadas, con otros tantos puntos. Ucrania, que ganó en Luxemburgo, es el nuevo líder del grupo.
Serbia, por su parte, se queda en una cuarta plaza algo engañosa, porque a diferencia de sus grandes rivales por uno de los dos puestos de acceso a la Eurocopa 2020, sólo ha disputado un partido, éste.