Sergi Guardiola y Luca Zidane mantienen con vida el sueño del Rayo

El Rayo Vallecano se niega a dejar de soñar. Los de Andoni Iraola continuaron en la línea ilusionante de la presente temporada y certificaron su presencia en los cuartos de final de la Copa del Rey gracias a su victoria en Montilivi frente al Girona (1-2).

Los dos equipos pusieron en práctica un planteamiento muy serio. Esto se pudo ver especialmente en la primera parte, en la que hubo numerosas ocasiones y vistosidad sobre el terreno de juego.

Fue el Girona quien saltó al césped con el cuchillo entre los dientes, pero el Rayo no tardó en tomar el control del partido. No fue una superioridad muy evidente, ya que los dos combinados contaron con ocasiones y momentos para desplegar su juego.

Dos de las figuras más destacadas del once local fueron Arnau Martínez y Borja García, que se mostraron especialmente expeditivos a la hora de asediar la meta rival. Sin embargo, los de Míchel se encontraron una y otra vez con la presencia de Luca Zidane, que estaba dispuesto a firmar una de sus mejores actuaciones con la elástica vallecana. 

El primer gran aviso del choque fue para Isi, que estrelló un libre directo en la madera. Pese a esta declaración de intenciones del Rayo, quien abrió la lata fue el Girona. En el 26', Borja García puso un gran centro al segundo palo y apareció Bernardo Espinosa para abrir la lata con un testarazo difícil de bloquear.

Tras el primer gol, los franjirrojos trataron de reaccionar, pero Montilivi apretaba para que el cuadro catalán buscase el segundo. Para desgracia de los 'albirrojos', hubo más tantos, pero no fueron los locales quienes celebraron. 

Justo antes del descanso, Bebé puso un centro al área desde un saque de falta. La defensa del Girona rechazó el esférico, pero ahí apareció Sergi Guardiola, otro de los héroes de la noche, para enganchar un latigazo que Juan Carlos no pudo detener.

Este tanto, que muchos califican como 'psicológico' por su efecto devastador antes de la retirada a los vestuarios, parece que hizo mella en los anfitriones. Tras el descanso, un error defensivo de Kebe, que trató de darle el balón a Juan Carlos en lugar de despejar, hizo que Sergi Guardiola apareciese de nuevo para demostrar que es el más listo de la clase y batir, con un poco de fortuna, al guardameta 'albirrojo'.

El Rayo tenía medio camino hecho. Contaba con la ventaja, pero debía aguantarla si no era capaz de marcar de nuevo. Lo intentó, pero el Girona tampoco bajó los brazos. Ahí es donde apareció Luca Zidane para convertirse de nuevo en la pesadilla del cuadro de Míchel.

El arquero francés no realizaba concesiones de ningún tipo. El mejor ejemplo de ello fue el penalti que paró a nada menos que Cristhian Stuani. Le adivinó las intenciones al uruguayo y detuvo el lanzamiento desde los once metros, que se efectuó debido a la falta de Catena sobre Bernardo Espinosa dentro del área.

La única ocasión que los catalanes lograron batir de nuevo a Luca Zidane no era válida. En el 92', Gabri asistió a Pablo Moreno, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego. Esta acción dio paso a unos últimos minutos en los que las interrupciones evitaron que se jugara mucho más. El árbitro usó el tarjetero continuamente e incluso llegó a expulsar a Gabri.

Finalmente, el Rayo Vallecano mantuvo la ventaja y certificó una victoria que le permitirá estar presente en los cuartos de final de la Copa del Rey. Por el camino dejó a un Girona que plantó cara, pero no estuvo tan acertado en el ataque.