Sergio Ramos apuntó al colegiado Hernández Hernández tras la derrota del Real Madrid en el Ciutat de València con unas declaraciones, a una semana del 'Clásico', similares a unas de Sergio Busquets que quedaron sin sanción, y en las que apuntó a "decisiones predeterminadas" de los árbitros.
La historia se repite antes del Madrid-Barça, y vuelve la duda sobre si habrá sanción. Las quejas arbitrales marcaron la jornada previa. En diciembre, con las declaraciones del Barcelona y unas de Busquets tras el empate en el Reale Arena ante la Real Sociedad por un posible penalti no señalado a Gerard Piqué por Alberola Rojas.
"Si quiere pitarlo lo puede pitar, pero hay muchas jugadas que deberían ser sancionadas y alguna clarísima en la que tiene que entrar el VAR porque la ha visto el árbitro, pero no ha querido pitar", aseguró en unas declaraciones que provocaron que dentro de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hubiese voces que pidieron al presidente Luis Rubiales que se trasladasen al Comité de Competición.
Las palabras de Ramos tras ceder el Real Madrid el liderato al Barcelona apuntaron en el mismo sentido. Indignado con el trato del colegiado y denunciando disparidad de criterios con las manos dentro del área, el capitán madridista llegó a hablar de "arrogancia" y "decisiones predeterminadas".
"No me gusta juzgar a los árbitros, son personas y se pueden equivocar, pero a veces te hacen dudar, te da mucho que pensar porque el criterio es distinto. En uno es penalti y en otro no. En la Supercopa ante el Valencia me da el balón en la mano, es involuntaria y se pitó, esta vez hay dos que no pita porque son involuntarias", denunció sobre las manos dentro del área.
El Real Madrid se marchó indignado del Ciutat de València por dos acciones que tanto jugadores como directivos piensan que condicionaron el partido. En la primera, el balón impactó en el brazo de Campaña teniéndolo despegado del cuerpo cuando presionaba a Isco y en la segunda el esférico golpeó en el brazo de Toño, aunque lo tenía más pegado al cuerpo.
Las decisiones de Hernández Hernández y el historial del colegiado con el Real Madrid, con el recuerdo de dos expulsiones a Ramos y dos posibles penaltis no señalados en el Camp Nou en el último 'Clásico' sobre Raphaël Varane, provocaron la queja pública de Ramos y el malestar que reina dentro del club blanco.
"Me voy jodido a nivel personal por la relación", confesó el capitán. "Antes los árbitros eran bastante más respetuosos y educados, se podía dialogar y ahora parece que no se les puede hablar cuando los capitanes están para dirigirse al árbitro e intentar ayudarle en lo que se pueda. La arrogancia es algo que se tiene o no se tiene", apuntó.
"La realidad es que en el minuto 10 te condiciona con una amarilla después de sufrir un pisotón y un codazo que interpreta que no es falta y un balón dividido que disputo y gano me muestra la amarilla. Son decisiones que están predeterminadas y le he preguntado si tenía algún problema personal porque tenía curiosidad si hay algo que lo diga y lo arreglamosm porque yo lo desconozco", sentenció con unas duras declaraciones que recordaron a las de Busquets y de nuevo a días del 'Clásico'.