En la primera vuelta, quedaba claro que el Sevilla pelearía por plazas de Champions. Al Betis aún no había manera de etiquetarlo. Cuando los de Setién sorprendieron a Montella en su debut liguero, parecía un gran premio de consolación. Pero lo cierto es que sus objetivos van a ser comunes en lo que queda de Liga.
Los de la Sevilla blanca se han ido desplomando de los puestos de privilegio y ahora sólo les queda la meta de la Europa League como motivación casera. El proceso ha sido inverso en la Sevilla verdiblanca.
El crecimiento y la estabilidad que ha ido ganando el Betis le da para estar a dos puntos de la franja europea, precisamente marcada por el Sevilla. Por si fuera poco, habrá un derbi sevillano en la jornada 36.
Y ojo porque los de Setién tienen en su mano una remontada histórica. La Liga es su única competición en juego y su calendario no pinta mal: Getafe, Eibar, Girona, Las Palmas, Atlético de Madrid, Athletic y Leganés.
El sevillista es mucho más empinado: Barcelona, Celta, Villarreal, Deportivo, Levante, Real Madrid, Real Sociedad y Alavés. Por si fuera poco, tiene en medio un doble enfrentamiento contra el Bayern de Múnich en Champions y la final de Copa del Rey contra el Barcelona.
La pimienta que hay siempre en el derbi sevillano, con el permiso del Girona, clasificado el séptimo entre ambos, alcanzará unas cotas que no se veían desde que se cruzaron las caras en los octavos de final de la Europa League hace un lustro.