Después de un inicio ilusionante, en el que incluso llegó a reconciliarse con una afición que siempre le mira con cierto recelo, Karim Benzema ha vuelto a las andadas. Sus fantasmas regresaron para quedarse por tiempo indefinido. Desde el último parón de selecciones, el francés no ha marcado.
Una mala racha que ha coincidido con los tres primeros pinchazos del curso -sin contar la Supercopa-. Un empate en Bilbao, una sonada derrota en Sevilla y un empate en el derbi madrileño. Por el camino, una victoria por la mínima ante el Espanyol y un magnífico triunfo en Champions ante la Roma.
Los números con Benzema, como casi siempre, no engañan. El francés sumó cinco goles en los primeros cuatro partidos oficiales. Los hizo con solo siete disparos, todos ellos a puerta. A partir de ahí, el '9' del Madrid no ha lanzado entre los tres palos en cinco encuentros consecutivos. En cuatro de ellos, además, fue sustituido.
Los datos tienen dos posibles lecturas. La primera y más evidente, que el 'hype' con Benzema de momento se ha marchado. Que no es el delantero del inicio, que tiene que dar mucho más para su equipo. La segunda, quizá la que más preocupe a Lopetegui, que si Benzema no tiene el día casi nadie toma el testigo.
Un gol en Bilbao (Isco), otro al Espanyol (Asensio) y dos partidos a cero ante Sevilla y Atlético. Con Bale también desaparecido, Mariano no ha terminado de asentarse pese a su golazo ante la Roma. Isco fue operado y Asensio no encuentra la regularidad. Sin Benzema, el Madrid no encuentra el arco.