El Betis sin Joaquín no se entiende y ojalá que el centrocampista tarde mucho tiempo en colgar las botas. Frente al Portimonense lució el dorsal '38' para representar los años que ha cumplido en este domingo.
Rubi le regaló la titularidad y algo más de una hora en la que el del Puerto no paró de sonreír y de disfrutar, lo que se tradujo en un Betis alegre en todos los sentidos. Del partido se sacaron lecturas positivas y otras tantas tareas que hacer hasta que finalmente se consumó la primera victoria de la pretemporada.
Los hombres de la cantera también brillaron, como es el caso de Raúl o Narváez, además de que Boudebouz presentó su candidatura a quedarse en a las órdenes de un Rubi que se hartó de hacer pruebas y dar minutos.
No fue un duelo a todas luces. Raúl abrió la lata después de que Gonda no pudiera atajar de primeras un disparo flojo y el Betis se animó con algunas jugadas que pudieron cerrar una goleada.
Joaquín intentó un gol olímpico y se quedó a escasos centímetros porque el balón impactó en la madera. El centrocampista rió sabiendo que podía haber hecho uno de los tantos de la pretemporada.
Siempre mandó el conjunto de Rubi, al que se le vio bien asentado y con un Pedraza con ganas y poderío físico, aunque su portería no acabó a cero porque a Paulinho le dio por poner el balón en la escuadra.
Antes de que ocurriera, Joaquín ya había dejado su huella en el partido de su cumpleaños con un gol de falta con la que cosió el cuero a la escuadra más corta con un golpeo sencillamente tan espectacular como medido.
Con el carrusel de cambios fueron pasando los minutos de un duelo cargado de probaturas, de individualidades y de la sonrisa de Joaquín.
94' ¡¡¡FINAL!!! ¡Final del partido con victoria verdiblanca!
— Real Betis Balompié (@RealBetis) 21 de julio de 2019
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