De golazo a golazo, de punto en punto. Fuenlabrada y Ponferradina empataron en un duelo entretenido y equilibrado en el Fernando Torres en el que los 'kirikos' fueron levemente superiores. Sacaron el guante a pasear Sielva y Pinchi y lo usaron para firmar la paz.
Y eso que, de haber caído la victoria de un lado, lo más probable es que lo hubiera hecho de los de Sandoval. Su propuesta superó a la de Bolo. El equipo generó bastantes más llegadas de peligro y, aunque fue entrando en calor poco a poco tras un inicio entretenido, terminó controlando el choque.
Quizá hubiera sido, de hecho, el que se adelantara en el marcador de no ser por el golazo de falta de Sielva. En un contexto de partido en el que los bercianos sufrían más que disfrutar, batió a Rosic con un tiro preciso a la escuadra ante el que no pudo hacer nada.
El guardameta, en el resto de jugadas, estuvo muy correcto. Sacó a pasear los puños varias veces para abortar toda intentona ponferradina. Los de Bolo caían en la rutina de colgar balones que quedaban en nada, pues su ataque no conectaba del todo. Yuri no fue tan protagonista como suele serlo y Juergen, insistente, fue apagándose.
No ocurrió lo mismo en la otra punta del campo. Los encargados de hacer daño al rival en el Fuenlabrada, en efecto, hacían daño. Los más activos, Kanté y Franchu. El '11' hizo el trabajo de Sekou y, para calcarlo, solo le faltó estar más acertado. El '18' aportó muchísima frescura, completó una gran actuación y le dio al larguero de volea después de un rechace en el área. Hubo otra acción en la que se fue de cuatro rivales para tratar de dejar solo a Kanté, aunque se le fue largo el pase.
Pero fue Pinchi quien canalizó tanta embestida en la diana del empate. Apareció en pleno arreón de la Ponfe y sorprendió a Caro, que estuvo bastante bien en líneas generales, con un zapatazo seco desde la frontal. Paz entre Fuenla y Ponfe, asentados en el fútbol profesional y dando un fútbol cada vez más bonito y entretenido.