Una vez confirmada la derrota del Albacete, el único rival que podía frenar la euforia del equipo andaluz, el técnico Diego Martínez corrió hacia donde esperaban sus jugadores para fundirse en un abrazo con todos ellos.
Martinez fue manteado por unos futbolistas que descorcharon botellas de cava tras celebrar el ascenso con el centenar de seguidores que acompañó al equipo hasta la capital balear.
En los vestuarios, el entrenador del Granada no podía ocultar su emoción: "Siento una felicidad plena, ha sido un gran éxito por la gente que tengo detrás mío", ha señalado Martínez.
"En la adversidad hemos lucha unidos y hemos sacado la mejor versión, es una doble alegría", añadió.
Según el técnico, "el Granada merece esta alegría porque estuvimos 25 jornadas en ascenso directo y más de 30 en los playoffs".
"Hemos sido los más regulares", resumió Martínez tras confirmar que seguirá en el banquillo la próxima temporada "aunque no depende de mi", recalcó.