Fue en abril de 2012 cuando LaLiga pudo ver el último tanto de Cazorla en la competición doméstica. Sus primeros encuentros en el Villarreal, al igual que el juego del equipo, no fueron todo lo brillantes que él esperaba. Pero su consagración llegó ante el Madrid.
El centrocampista asturiano cuajó un gran partido y lo agrandó todavía más gracias a los dos tantos que anotó, el primero para abrir el marcador y el segundo para darle un punto valiosísimo a los suyos en los minutos finales.
En El Sadar -ante Osasuna- y todavía con la camiseta del Málaga, Cazorla marcó el que sería el último gol en España hasta que, siete años después, ha vuelto a reencontrarse con el, y ante el Madrid. Un sinfín de obstáculos que ha conseguido superar.
Le dijeron que probablemente tendría que dejar el fútbol, pero él nunca se rindió. La eterna sonrisa de Cazorla parece no haber caducado y el asturiano tiene cuerda para seguir rindiendo a el más alto nivel.