Quién le iba a decir a Neymar en verano, cuando cambió Barcelona por París, que iba a ser silbado tras un 8-0 a favor y cuatro goles en su haber. Incomprensible, pero cierto. En París no gusta que el brasileño le quite los penaltis a Cavani, mucho menos en el día en el que podía superar a la leyenda Ibrahimovic. Los pitos en París, las sonrisas en Madrid.
Porque en el Bernabéu esperan agazapados un movimiento que acerque al club blanco a Neymar. Precisamente, este jueves el Madrid recibió una mala noticia por parte del abogado del brasileño, que aseguró que el jugador no tiene una "cláusula liberatoria en su contrato".
Pese a todo, el paso de Neymar por París está lleno de contradicciones. Es la estrella del PSG, el mejor jugador, de eso no hay duda. Pero en el Parque de los Príncipes no gustan ciertos aspectos del fútbol y de la vida del brasileño, que ya ha dejado durante el año alguna que otra noticia nada beneficiosa para su imagen.
Cuentan los medios franceses que Neymar se marchó triste tras marcar cuatro goles al Dijon. Con un balón bajo el brazo, pero sin entender los silbidos. Tampoco ayudaron, por ejemplo, las palabras de su compañero Meunier. El clásico palo y zanahoria. "Fue un poco desagradecido por parte de los aficionados, pero hubiera sido un gesto muy limpio por su parte ceder el penalti a Cavani", dijo el belga.
Los números de esta temporada muestran que Neymar es tan diferencial o más de lo que lo era en el Barça. El cambio de ciudad, de equipo y de liga no ha impedido que el brasileño siga siendo tal y como se mostró desde sus inicios en Santos. Un futbolista de los que no hay y que en Madrid mantienen vigilado.
Un marcaje que se verá sobre el césped en menos de un mes, cuando Neymar visite el Bernabéu para dar inicio a una eliminatoria de Champions de las que quitan el hipo. Allí llegará el 'crack' del PSG como líder del proyecto parisino, aunque entre la afición aún queden algunos reparos que pueden hacer que el brasileño vuele del nido.