La jugada comenzó con un robo de Aymeric Laporte en campo propio. Saltó y cabeceó el balón dividido, golpeando a un rival en el proceso, y el City trató de contragolpear, pero el Schalke 04 recuperó la posesión.
Y la jugada se le complicó. Bruma se la dio al portero Fährmann, éste se la pasó a Sane, y el central francosenegalés se durmió en los laureles.
Apareció David Silva de la nada y le robó la cartera. El futbolista canario levantó la cabeza, y vio a su derecha completamente solo a un Agüero que sólo tuvo que empujarla a placer para hacer el primer gol en el primer tiempo de todos los octavos.
20 de febrero de 2019
El gol, eso sí, llegó con cierto suspense, porque el colegiado de la contienda, el español Del Cerro Grande, estaba esperando a que el VAR decidiera si el robo de Laporte, en el gérmen de la jugada, fue o no falta. Y no, no lo fue.