La Roma se jugó el pase -y lo consiguió- a las semifinales de la Europa League este jueves, pero Chris Smalling, con molestias en la rodilla, no formó parte de la convocatoria y vio el encuentro en su domicilio junto a su familia.
Según cuenta 'La Gazzetta dello Sport', tres encapuchados asaltaron el domicilio del defensor cuando este y su familia dormían. Tanto su mujer como su hijo de dos años se encontraban en la casa en el momento del robo.
Los individuos, armados, obligaron a Smalling, a eso de las cinco de la mañana, obligaron al británico a abrir la caja fuerte para llevarse un Rolex y otras joyas preciadas.
Tras el asalto, la esposas del jugador de la Roma llamó a la policía, que ahora se encuentra investigando el caso para intentar seguir la pista de los atracadores.
Un episodio que ya se ha repetido, desgraciadamente, en el equipo romanista. En noviembre fue Paulo Fonseca, el entrenador, el que sufrió un robo, aunque no se encontraba en casa en el momento del asalto.
Sigue la estela de lo que ya vivió Di María hace solo unos meses en Francia o Thomas Partey en su día en el Atlético de Madrid. Por suerte, lo de Smalling también quedó en solo un susto.