El Granada, semifinalista de la pasada edición de la Copa del Rey y que se quedó a minutos de llegar a la final, estuvo a punto de quedar eliminado de la presente edición casi a las primeras de cambio.
La Cultural Leonesa llevó a los andaluces a la prórroga y solo un error del meta local, Zubiaurre, apartó a los locales de unos penaltis que ya se vislumbraban con el 1-1.
El choque tuvo muchas alternativas. Fue mejor la Cultural, que salió en tromba y se adelantó a los tres minutos gracias a un tanto de Rovirola.
Al Granada, que contó con bastantes titulares, le costó algo más entrar en el partido, pero lo hizo. Mediada la primera parte, Jorge Molina aprovechó un buen servicio de Kenedy para igualar.
La segunda parte estuvo muy abierta. Pipo, que entró a media hora del final, comenzó a causar estragos para los granadinistas e incluso estuvo a punto de desnivelar el choque en una de las últimas acciones de los 90 minutos.
Ya en la prórroga, y cuando se daba por hecho que el partido se iba a ir a los penaltis, Darwin Machís aprovechó un fallo de Zubiaurre, quien entró por la lesión de Diarra, para clasificar a un Granada que también pasó varias prórrogas en la edición de la 2019-20.
Todo ello a pesar del esfuerzo culturalista. Pese al 1-2, los locales murieron matando y estuvieron cerca de volver a igualar el partido y a sellar los penaltis. No lo lograron y el Granada ya piensa en los dieciseisavos.